viernes, 3 de julio de 2015

El peor final de un 10km

Fin del reto Santa Pola y fin por ende, también, de la trilogía de 10kms de esta primavera-verano 2015. Un resabio amargo pero liberador ahora que se han acabado las presiones y las exigencias.
Una temporada atípica con dos partes:
Agosto 2014 - enero 2015 >> (3 semanas de descanso activo en febrero por circunstancias profesionales) >> Febrero 2015 - julio 2015

-Era la primera vez que orientaba y planificaba la preparación para estar fino en mayo y junio de cara a hacer buenos 10kms (ERROR>>Calor)
-Era la primera vez también que en lugar de centrarme en una única prueba aislada de 10km, me proponía tener dos reválidas para rentabilizar un hipotético buen estado de forma; ¡qué felices me las prometía!.
Me las prometía felices (...)
Qué mala suerte que lo haya hecho cuando las marcas han estado tan lejos de mis expectativas. Y qué pena cuando después de machacarte tanto en los entrenamientos, éstos no se traducen en el resultado que esperas. Alejarme tanto de mis marcas también me ha provocado muchas dudas porque acostumbro a tener bastante regularidad.

Me convencí de que en Santa Pola todo podía ser diferente: ni el calor, ni la humedad ni las inseguridades iban a enturbiar mi carrera. Incluso cuando en la salida los allí presentes estábamos chorreando de sudor. Fui optimista hasta la médula y cauto en los primeros kilómetros: según mi Garmin marcamos el km 5 en 16:30, muy parecido a Barcelona 15 días antes (¡si pudiera hacer la siguiente mitad en el mismo tiempo...!).

Pero a partir del km 7 me cuesta cada vez más y ya a partir del 8 lo voy pasando realmente mal... repetidamente pienso no me gusta correr. No dejo de mirar agónicamente el Garmin  para ver los metros que llevo y los que me faltan para llegar a meta, pero a pesar de la tortura física y mental sólo me adelanta un corredor. En los últimos 200m me pasan tres corredores pero es que mi cuerpo ha sobrepasado su límite y esprintar ya no me preocupa nada, palmadita en la espalda para ellos.

Y cuando parecía que el infierno había acabado, llega la parte en la que empiezo a marearme; me siento en el suelo pero tengo una angustia que no me deja respirar ni descansar; no hay tos como de costumbre, sino un bajón físico del que me cuesta recuperarme unos 25 minutos. El esfuerzo con este calor me ha pasado factura y parece ser un hecho objetivo que hizo bochorno del bueno.

Sé que el puesto no es malo ya que los jugosos premios económicos junto con los bonus por bajar de 30 (100€) y 32 min (50€) en hombres han atraído a corredores muy buenos como los ocho primeros clasificados, que son marroquíes, ugandeses y keniatas. Pero no me consuela ese puesto 31, ¡quería terminar de otra forma! 

Durante el mes de julio bajaré el pistón e intentaré correr "disfrutando" en alguna prueba corta; ¡se acabaron las tiradas largas!. >> La clasificación, AQUÍ

Y algunos recortes de prensa local con noticias sobre la carrera y las duras condiciones por el calor. ¡Hasta la próxima!